domingo, 4 de agosto de 2019


SEGURIDAD POPULAR

El conflicto histórico del dominante y el dominado, tan antiguo como los orígenes de la humanidad, puede tener fines de codicia o de supervivencia. La intención es determinante cuando se requiera su justificación. En la historia de nuestra vida republicana, los vicios del imperio español fueron sustituidos por los de los gobiernos norteamericanos, quienes según Arreaza 2019 “desde el S-XVII sus ‘Padres Fundadores’ ya advertían que, una vez que su población creciera lo suficiente, arrebatarían a la corona española sus dominios en la América Hispana, uno a uno” Desde entonces se trata de la confrontación entre “el derecho a la existencia de pueblos y naciones libres versus aceptar con resignación de ser simples dominios del imperio estadounidense, esclavizados y al servicio del metabolismo del control social del capital” ¹ Hoy Venezuela, por sus privilegios geográficos, geológicos, biodiversos; por contar con un pueblo históricamente rebelde y libertario; pero más por convertirse en una referencia ideológica de emancipación y antiimperialismo; se encuentra en el centro de la disputa entre un modelo exfoliador vs. una propuesta vindicadora de vida; y recibe “un golpe de estado en proceso, con una amenaza permanente de invasión militar, en medio de un salvaje y criminal bloqueo financiero y comercial, cuyos autores intelectuales y materiales dan la cara sin máscaras” ¹
Nuestra Ley Orgánica de Seguridad Nacional expresa en su Artículo 2 “La seguridad de la Nación, está fundamentada en el desarrollo integral, y es la condición, estado o situación que garantiza el goce y ejercicio de los derechos y garantías en…” y continúa enumerando todos los ámbitos de la vida nacional. Justamente, es ese goce el vulnerado. Las heridas infligidas imponen respuestas urgentes. Tras la urgencia aflora una lógica visceral bocetando escenarios de guerra convencional con estoicos vietcongs criollos expulsando terminators gringos. Lo radical, ir a la raíz, a lo profundo, exige en cambio un a fonte review que deje al descubierto los orígenes ciertos de: el desabastecimiento alimentario en los suelos más fértiles del mundo; el temor en los herederos de Bolívar, Ribas y Ricaurte; la pobreza en el auténtico ‘Dorado’ de América.
La Declaración del Foro de Sao Paulo: Unidad de Los Pueblos en Contra del Imperialismo, recién culminado en Caracas, resume el cierre de filas ante esta última arremetida. Sin embargo, siete años atrás, un grupo de juristas y líderes sociales internacionales, llamaban la atención de la “Cumbre de los Pueblos” de Río de Janeiro al presentar el “Proyecto de la Declaración Universal del Bien Común de la Humanidad” con promotores como François Houtart. Planteaba: pasar de la explotación de la naturaleza, al respeto de la tierra como fuente de toda vida; privilegiar el valor de uso sobre el valor de cambio en la actividad económica; introducir el principio de la democracia generalizada en todas las relaciones humanas; y promover la interculturalidad para permitir a todas las culturas, los saberes, las filosofías y religiones esclarecer la lectura de la realidad; participar en la elaboración de la ética necesaria a su permanente construcción; y contribuir en las anticipaciones que permiten decir que otro mundo es posible. ²
De seguro, de haberse implementado prácticas sobre las bases de aquellas propuestas, la situación actual mostraría un escenario de menor dependencia, temor e incluso acoso.

Dijo Bolívar: Yo tengo pruebas irrefutables del tino del pueblo en las grandes resoluciones; y por eso es que siempre he preferido sus opiniones a las de los sabios. Entonces como pueblo, mereceremos y proponemos:
                         I.            No descuidar la construcción del amor a la vida por defendernos ante amenazas de muerte. Vindicar la paz ante la guerra.
                       II.            Alzar las banderas de la ‘vuelta al campo’ como única vía a la Soberanía Alimentaria en un planeta que, según cifras de la ONU, desde 2006 tiene más población concentrada en las ciudades con modelos de producción y consumo extractivitas y capitalistas y menos población en los campos produciendo y consumiendo sano.
                     III.            Ejercer y concientizar sobre la preponderancia vital de las prácticas de cría y siembra indo-campesinas como el conuco, reconocidas ya por organismos como la FAO para resolver la problemática de alimentación a nivel mundial.
                     IV.            La búsqueda del desarrollo del conocimiento y los sentimientos, para el crecimiento de la conciencia, como vía hacia la vida perdurable; antes que a cientificismos y tecnicismos al servicio de las prácticas involutivas de los oligopolios globales.
                       V.            Que nuestra excelsa unión cívico-militar sirva para evolucionar hacia la desaparición de las fuerzas armadas y organismos represores del estado.
                     VI.            Que el quinto Gran Objetivo Histórico se convierta en el primero y que sirva de eje transversal para el desarrollo del cuerpo entero de todo el Plan de la Patria. Patria que se oriente, a que  algún momento de la historia, no tenga fronteras.
                   VII.            Vencer al miedo con una avanzada histórica de Cultora Originaria y Popular y que si vamos temer, temámosle al extractivismo minero y a la exfoliación de nuestra madre tierra; al irrespeto a nuestros Pueblos Indígenas; al reformismo, al burocratismo; al nepotismo y al despotismo; a la desorganización; a la flojera, la apatía, la envidia, el egoísmo, la ignorancia y la ignominia.


Arq Msc Carlos A. Angulo U.
Julio 2019
  
¹ Venezuela: epicentro de la disputa histórica. Jorge Arreaza Montserrat. Artículo de opinión publicado en Cuatro F. Junio 2019. Año 4 N° 209

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