jueves, 29 de octubre de 2009

Al sencillamente complejo Oscar J. Fernández G.

Sin levedades expiro la trascendencia de un instante
sin ánimos temporales, ni alientos albicantes
Sin ti incorporamos danzas exploratorias
dulces aventuras que fermentan tu ausencia
vertiendo poesía, tecnología, arte y ciencia
veo en ti al punto finito
entre densa nube de hidrógeno y helio
incorruptible muestra de lucha social
permanente ser individual
olvidado y querido
descubierto
envidiado
desde la biología de tus pensamientos
al pensamiento de iconográfico adviento
veo en ti y confieso que advierto
verdades comunes
borrosas galaxias
indispensables entes ausentes
en digestión tenue de falsa moratoria.

Gracias por tus aportes permanentes.
http://www.pensamientocomplejo.com.ar/homenaje/galeria/

miércoles, 28 de octubre de 2009

Que tipo de maestro...


El viejo maestro de la forma-función. Alvar Aalto.
Arquitecto y diseñador finés, uno de los más destacados del siglo XX, logró dotar al racionalismo puro, tanto en sus edificios como en sus muebles, de un encanto y calidez poco comunes. Aalto nació el 3 de febrero de 1898 en Kuortane, y se graduó en la Escuela Politécnica de Helsinki. Sus primeros edificios famosos son las oficinas e imprenta de un periódico en Turku (1927-1930), célebre por las columnas afiladas que sostienen el techo de la sala de prensa; la biblioteca de Viipuri, que se ha convertido en ejemplo de este tipo de edificios para la arquitectura moderna; y el sanatorio antituberculoso de Paimio (1929-1933), donde, además de los avances tecnológicos, los pacientes disfrutan de elementos arquitectónicos como los soleados balcones, abiertos hacia unas magníficas vistas. Para éste y para otros muchos edificios, Aalto y su primera mujer, Aino Marsio, diseñaron la decoración y los muebles, casi siempre de madera laminada. En 1935 fundaron la empresa Artek, que todavía hoy produce un mobiliario innovador. La reputación internacional de Aalto creció con una serie de edificios anteriores a la II Guerra Mundial, todos ellos realizados con estructuras de madera, como el Pabellón de Finlandia de la Exposición Internacional de París de 1937 o la Villa Mairea (1938-1939), construida para un cliente acomodado, en donde además consigue, siguiendo los principios de la arquitectura racionalista, una sensación de lujo hasta entonces nunca lograda. Llegó a los Estados Unidos en 1940 como profesor invitado por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y allí permaneció ocho años, durante los cuales proyectó la Baker House (1947), una sorprendente residencia cuya planta serpentea junto al río Charles. Aalto regresó a Finlandia en 1948 para dirigir la Oficina de Reconstrucción de este país, después de la devastación producida por la II Guerra Mundial. Ideó para Säynätsalo, una villa isleña, el Ayuntamiento (1950-1952), de ladrillo y madera, elevado sobre un podium. De los edificios de Aalto en Helsinki, el más impresionante es la Casa de la Cultura (1967-1975), situada a la orilla del lago. Aalto murió el 11 de mayo de 1976, en Helsinkiwww.alvaraalto.fi